Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes en la vida de la mayoría. A partir de ese momento, el futuro financiero queda comprometido porque se trata de un contrato que dura varias décadas. Esta dificultad conlleva a un grupo considerable a comprar una casa en conjunto, en lugar de hacerlo en solitario o seguir alquilando.
La copropiedad es una opción interesante en este panorama. Implica adquirir una vivienda entre varias personas, por lo que los gastos son mucho menores. Se trata de un concepto llamativo, con ventajas y desventajas que podrían determinar si es la alternativa más conveniente para cada caso.
Adquiriendo una vivienda en copropiedad
También se le conoce como condominio, y permite que varias personas adquieran una vivienda. Todos ellos se convierten en propietarios de un porcentaje proporcional de la misma, en función de los compromisos económicos asumidos por cada uno.
Antes de firmar el contrato de compra, todos los copropietarios tienen que crear una comunidad de bienes. Es una sociedad sin personalidad jurídica, en la que todos se comprometen a hacerse cargo del porcentaje que les corresponda y pagar todos en conjunto los gastos de la propiedad.
Por lo tanto, es una decisión en la que todas las partes involucradas tienen que estar de acuerdo para evitar inconvenientes a futuro.
Ventajas y desventajas
Este acuerdo tiene sus puntos fuertes y débiles. Suele ser beneficioso sobre todo para aquellos que buscan vivir en su propiedad, y no pueden o quieren asumir los gastos completos.
Las ventajas son:
- Cada socio es propietario de la vivienda, lo que implica que tiene un respaldo nivel legal y financiero sobre el inmueble.
- Dividir la hipoteca entre varios socios y compartir todos los gastos reduce el coste de mantener una vivienda. Esto es especialmente beneficioso para aquellos que no pueden permitirse asumir todo por cuenta propia.
- A nivel personal: Se dividen las tareas del hogar, así como también las responsabilidades dentro del mismo. También se comparten experiencias del día a día y se tiene compañía constante.
Los inconvenientes están relacionados con desacuerdos entre las partes, algo esperable porque existe más de una persona implicada a la vez:
- Las posibles situaciones de impago, ya que es difícil cuando todas las partes se tienen que poner de acuerdo. Al final, la deuda es responsabilidad de todos, y habría que asumirla para evitar inconvenientes mayores.
- El planteamiento de la venta por parte de uno de los copropietarios. En este escenario hay dos opciones: decidir vender de forma conjunta la propiedad, o comprar entre todos su parte.
- Se puede extinguir el condominio si uno de los copropietarios lo solicita, siempre que la división no devalúe el valor de la propiedad.
Si pensamos en lo que cuesta amueblar un piso a día de hoy, nos podemos hacer una idea sobre cuánto cuesta adquirir una propiedad y sus gastos asociados. Se trata de ver más allá de una hipoteca, ya que vivir en una vivienda propia es bastante costoso también.
El auge de la copropiedad en España
Los ejemplos más comunes de copropiedad se dan entre parejas, pero esto ha cambiado recientemente. El sector inmobiliario ha sufrido grandes cambios con el inicio de la pandemia, lo que puso en manifiesto nuevas necesidades habitacionales. Los problemas ya existentes para adquirir una propiedad se acentuaron.
El sector más afectado es el de los jóvenes, quienes no disponen de ahorros suficientes para la entrada de una vivienda ni para pagar la hipoteca. Como resultado, se ven obligados a compartir un piso de alquiler o vivir con sus padres. Además, tener que pagar el arriendo disminuye muchísimo su capacidad de ahorro.
La copropiedad inmobiliaria se presenta como una solución de acceso a la vivienda que se debería considerar.