La inflación subyacente es un indicador económico que mide el aumento de los precios de los bienes y servicios que no son volátiles, es decir, que no dependen de factores estacionales o coyunturales. Se calcula excluyendo los productos energéticos, los alimentos frescos y los impuestos especiales del índice general de precios al consumidor (IPC).
A pesar de parecer un método poco realista para calcular la inflación, tiene una aplicación que sirve para entender lo que sucede realmente con los precios dentro de un país en este momento y en el futuro.
¿Por qué se utiliza la inflación subyacente?
Sirve para analizar la tendencia de fondo de la inflación. Esto se traduce en registrar y entender el ritmo al que crecen los precios de forma sostenida y estructural, sin tantos factores externos que afecten los precios.
Funciona muy bien porque se aíslan todos los efectos temporales o puntuales que pueden distorsionar la inflación actual. Algunos de los más comunes con las variaciones climáticas, las fluctuaciones del precio del petróleo y las decisiones políticas.
A pesar de que estos factores sí impactan en el IPC, tienen un período de tiempo limitado o muchas posibilidades de reducir su impacto por cualquier cambio menor.
¿Qué relación tiene la inflación subyacente con la inflación actual?
La inflación subyacente y la inflación actual no siempre coinciden, ya que la primera es más estable y la segunda puede sufrir más oscilaciones. Sin embargo, ambas se influencian mutuamente, ya que la inflación actual puede afectar a las expectativas de los agentes económicos y modificar su comportamiento, lo que a su vez puede incidir en la inflación subyacente.
Entender un ejemplo permite entender con mayor claridad esta relación: si la inflación actual es muy alta, los consumidores pueden anticipar sus compras y aumentar demasiado la demanda de un producto o servicio, lo que incrementa el precio de los bienes y servicios no volátiles.
¿Qué previsiones hay sobre la inflación subyacente?
La inflación subyacente suele ser un indicador adelantado de la política monetaria, ya que los bancos centrales la vigilan para ajustar sus tipos de interés y procurar la estabilidad de precios. Es uno de los recursos que se utilizan para mantener una economía nacional sana, y esto lo podemos ver en la práctica.
Las estimaciones del Banco Central Europeo (BCE) indican que la inflación subyacente en la eurozona se situará en 2023 por debajo del objetivo establecido. Es un indicio de que deberán mantener una política monetaria expansiva para estimular el crecimiento económico y evitar el riesgo de deflación.
¿Por qué es importante conocer sobre la inflación en el país?
Existen ciertos cambios que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos cuando hay una inflación elevada, a pesar de que son sutiles. La forma más sencilla de resumirlo es que las personas compran menos con la misma cantidad de dinero. Sin embargo, existen otros problemas derivados de ello.
La calidad de vida se ve afectada cuando el consumo disminuye de forma significativa. En casos más simples, puede significar que el entretenimiento se ve afectado, pero es más grave cuando es necesario recurrir a los ahorros de años anteriores para cubrir los gastos actuales.
También se vuelve más difícil acceder a productos y servicios bancarios porque las instituciones procuran reducir el riesgo de perder dinero al ver que la capacidad de pago de sus clientes disminuye. Sin embargo, aquí los más afectados es el consumidor otra vez, es decir, los clientes de los bancos.