Es muy factible causar perjuicios a terceros, con intención o no. Debido a esto, podemos estar expuestos a pagar las consecuencias legales de esos daños, por lo que eso puede suponer un gasto de dinero importante. Es por estas circunstancias que existen varios tipos de seguros, incluyendo el de responsabilidad civil.
El objetivo de este tipo de seguros es proteger nuestro patrimonio cuando una persona es perjudicada por nuestra causa. Se limita al monto que está estipulado en la póliza y bajo las condiciones del contrato. El costo de la póliza está directamente relacionado con la cobertura, por lo que es algo a considerar al momento de decidirnos por una.
Es importante mencionar que en algunos contextos y campos laborales es obligatorio tener un seguro de responsabilidad civil; y que está dirigido tanto a particulares como a empresas. Tendrías que informarte si es tu caso, para contratar la póliza que te convenga según tu contexto.
¿De dónde viene la responsabilidad civil?
En el Código Civil se indica que toda persona que cause algún daño con intención o a causa de una negligencia debe reparar el daño que causó. La forma de reparar suele ser una indemnización monetaria y, en algunos casos, un enfrentamiento judicial.
Cada persona responde por sí misma o por quienes tenga a su cargo legalmente, como tutelados, hijos, dueños de empresa, etc.
¿Qué riesgos cubre el seguro de responsabilidad civil?
Son muchos los escenarios en los que este tipo de seguros se puede emplear. Se pueden englobar en los siguientes:
- Daños a la propiedad ajena: estos daños incluyen aquellos hechos a viviendas, vehículos y bienes materiales en general.
- Daños personales: implican las lesiones físicas a otra persona; el seguro cubrirá gastos médicos y de rehabilitación, en caso de que haga falta.
- Daños económicos: si a otra persona se le causa una pérdida económica o se le provoca la incapacidad de generar dinero, el seguro puede cubrir esta responsabilidad.
La responsabilidad civil obliga a los ciudadanos a hacerse responsables en todos estos casos. El seguro sirve para que no tengamos que cubrirlos nosotros de nuestro bolsillo, sino que lo haga la aseguradora a la que estemos afiliados.
¿Cuáles son los motivos por los que contratar un seguro de responsabilidad civil?
Hay ventajas importantes que pueden impulsar nuestra decisión para adquirir un seguro.
Protección de nuestras finanzas
Los daños a otras personas nos siempre se pueden evitar, y si es algo grave, el riesgo de tener que pagar económicamente es alto. La aseguradora se hará cargo de la indemnización, por lo que nos podremos resguardar a nivel financiero.
Tranquilidad psicológica
El estrés es uno de los factores que promueve el detrimento de la calidad de vida. La incertidumbre y la vulnerabilidad son sensaciones que nos estresan, sobre todo si implican el delicado balance de nuestras finanzas. Tener uno de estos seguros nos protege ante posibles reclamaciones, lo que genera bienestar a nivel emocional.
Cuidado de la imagen profesional
Todo individuo, sea persona o empresa, tiene la obligación de tener un seguro de responsabilidad civil en algunos rubros, como la medicina, la abogacía o la arquitectura. Esto se debe a que son profesiones con riesgos altos de reclamaciones. Además de ser algo obligatorio a tener, también da una imagen profesional muy pulcra frente al público general, ya que, como el nombre lo indica, es un individuo que es capaz de hacerse responsable frente a algún daño que ocasione.