“Los juzgados especializados en cláusulas suelo reciben 57.000 demandas en tres meses” o “La masiva entrada de casos de cláusula suelo hunde y sume en el caos al Juzgado” son algunos de los titulares más destacados de este pasado mes de septiembre en relación a la famosa ‘cláusula suelo’ aplicada por los bancos. Pero, ¿qué es y cómo afecta a tu hipoteca? Si tu hipoteca la tiene… ¿qué debes hacer? En WannaCash.es te respondemos a estas y otras preguntas.
La cláusula suelo es una condición de la entidad bancaria que impide a los hipotecados a tipo variable beneficiarse de las caídas del Euríbor -u otro índice como el IRPH- en la cuota que pagan mensualmente, puesto que establece un tipo de interés mínimo a pagar. Una cláusula que aparece en la propia escritura del préstamo hipotecario -no de la vivienda- y que en ocasiones resulta incomprensible debido a su poca claridad y al uso de tecnicismos alternativos como “tipos de interés mínimo/variable”, “horquilla de interés” o “límite de la variabilidad”.
Por ello, y a pesar que el índice del Euríbor bajaba de manera constante desde el inicio de la crisis económica en el 2009, muchos hipotecados no veían una reducción en sus cuotas mensuales. El porqué es evidente: se había activado la cláusula suelo de su contrato. El suelo hipotecario, sin embargo, no tiene ningún efecto en las hipotecas de tipo fijo, por el simple hecho de que el interés aplicado en este caso no sufre variaciones a lo largo del tiempo y no tendría sentido aplicar un límite mínimo.
Veamos un ejemplo práctico para contextualizar la dimensión de esta cláusula: pongamos que, hace varios años, contratamos un préstamo hipotecario, cuando el Euríbor cotizaba al 3% que, sumado al diferencial de un 1%, nos hacía pagar un total de 4% de intereses, pero nuestro contrato tenía incluida una cláusula suelo del 3%. Entonces, debido a la situación de flaqueza de la economía, el Euríbor baja su cotización y se sitúa en el 0,5%, por lo que el banco aplicaría la cláusula suelo y nos cobraría el 3% y no el resultado de sumar el 0,5% del Euríbor más el 1% diferencial (que resulta el 1,5%). Es decir, pagaríamos el doble.
A este respecto, el Tribunal Supremo anunció que los bancos deberían devolver las cantidades cobradas de más en los casos en los que exista una falta de transparencia de información. De hecho, indica que las cláusula suelo son “lícitas siempre que su transparencia permita al consumidor identificarlas como definidoras del objeto principal del contrato y conocer el real reparto de riesgos de la variabilidad de los tipos”.
Además, tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 21 de diciembre de 2016, el Tribunal Supremo acató que los afectados por el suelo hipotecario podrán recuperar todo el dinero que pagaron de más, desde el primer día que se empezaron a aplicar y no desde mayo de 2013, como se indicó en un principio.
Desde Adicae, una de las asociaciones movilizadas por la nulidad de las cláusulas suelo, aconsejan a todos los hipotecados dejar de pagar estos porcentajes -en caso de que se estén o hayan aplicado de manera poco transparente- y acudir a las entidades correspondientes a exigir la anulación y devolución del dinero.