Puede que alguna vez te hayas encontrado en la situación de que un familiar o amigo te haya pedido prestado algo de dinero, por algún caso de necesidad. O que tú lo hayas pedido. Pero has dudado si hacerlo o no, ante la incertidumbre de sí ese dinero te será devuelto, o que si al hacerlo tendrás algún problema con Hacienda.
A pesar de que que hay otras maneras de obtener ese dinero, por ejemplo solicitando un préstamo con el banco, o a través de créditos sin nómina, las cuáles también son buenas opciones pero puede que por el papeleo, trámites y/o alguna otra razón no te interesen. Por ello queremos explicarte la forma correcta de prestar dinero a un familiar o amigo.
¿Se puede hacer de manera legal?
Sí, existe un método legal con el que realizar este tipo de préstamos entre particulares. Es similar al que se realiza en las entidades bancarias, pero sin la intervención del mismo.
Consiste en firmar un contrato donde se registren las condiciones que rigen dicho préstamo. En él, el deudor se compromete a devolver el dinero prestado más intereses (si los hubiera) en un tiempo determinado. Si no se hiciese, el acreedor puede iniciar acciones legales. Se puede redactar ante abogado o notario si así se desea.
Dicho contrato debe contener como mínimo los siguientes datos son:
- Datos del prestatario (nombre completo, DNI, estado civil, dirección, localidad).
- Datos del prestamista (nombre completo, DNI, estado civil, dirección, localidad).
- Fecha, lugar, forma de pago, etc.
- Importe del préstamo.
- Finalidad del préstamo.
- Tipo de interés. En este caso, al tratarse de un préstamo a un familiar o amigo, el interés suele ser mínimo o del 0%. Es importante su anotación de cara a Hacienda.
- Plazo de devolución del mismo.
- Las condiciones deben quedar claras y por escrito, así, si se incumple alguna de ellas, se sabrá cómo operar.
- Documentar la operación ante Hacienda.
Algunas de las ventajas que debemos considerar a la hora de optar por un préstamo entre particulares, frente a un préstamo bancario o una solicitud de crédito sin nómina, especialmente si eres el solicitante del dinero, son:
– La rapidez. Más rápido que un préstamo bancario.
– Sin intereses ni aval. Normalmente, dada la relación afectiva, no se imponen intereses y se confía en la devolución del dinero.
– Sin intermediarios. Directo de prestamista a prestatario.
– Su sencillez. Libre de contrataciones vinculadas.
Debemos justificar el préstamo ante Hacienda
Los préstamos entre particulares están exentos del pago de impuestos. Aun así, pueden crear intereses o no, por lo que todo debe quedar claramente registrado. De no hacerlo, Hacienda considerará que devengas intereses y te hará tributarlos.
Por lo que debes presentar dicho contrato ante la oficina de Hacienda correspondiente, para que lo sellen y presentar los formularios oportunos de ITP Y AJD (Impuestos de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados). De esta forma, Hacienda sabrá de la operación de préstamos y evitarás problemas.
¿Qué diferencia un préstamo entre particulares de una donación?
Debes tener claro cuál es tu intención al dar ese dinero. ¿Qué queremos decir con esto?, que si lo que quieres es que ese dinero te sea devuelto, estamos ante un préstamo entre particulares. Por el contrario, si das el dinero sin intención de recuperarlo, hablamos de una donación. En este caso el tratamiento fiscal es diferente, ya que estamos ante un Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Este trámite te puede llevar un coste, dependerá de tu comunidad autónoma. No intentes camuflar una donación como un préstamo, ya que hacerlo sería ilegal y si Hacienda lo descubre, te podrían suponer multas y otros problemas legales.
Como último detalle, piensa bien si realizar el préstamo, ya que puedes perder una amistad además del dinero, si no sale bien. Pero si al final optas por hacerlo, con seguir los siguientes procedimientos y dejando constancia de ello por escrito, te bastará para ejecutar dicho préstamo sin ningún problema.