¿Cuántos impuestos pagamos por los carburantes?

Desde siempre nos han preocupado los impuestos específicos sobre el precio de los carburantes, es decir, la gasolina y otros similares. Sin embargo, no cabe duda de que en los tiempos que corren, y en parte debido a un conflicto internacional que, debido a la economía global, incide sobre el precio específico de los carburantes también en nuestro país, en la actualidad nos quita mucho más el sueño. Y es que, más allá del sector profesional de los transportes, las personas individuales con coche privado también necesitan pagar la gasolina sin percibir que sus finanzas personales se ponen en jaque.

Esto, por supuesto, afecta a nuestra movilidad cotidiana general, por ejemplo el simple hecho de ir y volver al trabajo cada día. Pero, con la llegada del verano, es posible que nos planteemos hacer un viaje en coche a la costa o a la naturaleza. Sin embargo, si atendemos al precio actual de los carburantes y, claro está, a sus impuestos, nos queda dolorosamente claro que en la actualidad sale más caro viajar y no es sencillo planificar unas vacaciones.

¿Qué impuestos sobre los carburantes existen en España?

A raíz de la situación analizada, y como mínimo, resulta imprescindible comprender la situación tributaria sobre los carburantes en España. Hay que saber qué impuestos existen, sobre qué se aplican y cuál es su proceso general. Veámoslo de forma esquemática teniendo en cuenta, además, que a todo ello se le añade el coste básico, que en los últimos tiempos, como ya hemos visto, ha experimentado una subida difícil de asumir.

  • Impuesto General Sobre Carburantes: Aquí incluimos el IVA y, recordando la situación económica especial de Canarias, también el IGIC. Es un impuesto fijo sobre el litro que, por regla general, es más elevado en el caso de la gasolina y un poco menos en el gasoil.
  • Impuesto Especial: Llamado así porque, en este caso, se aplica de manera específica al coste del carburante. No se diferencia demasiado del general en el sentido de que también es una cifra inamovible. No obstante, se caracteriza por ser actualizado de manera anual y tener su reflejo en los Presupuestos Generales del Estado.
  • Impuestos de aplicación autonómica: De nuevo, es un reflejo de los anteriores, si bien el resultado de esta tributación se destina a las comunidades autónomas. Resulta imprescindible señalarlo en un estado de las autonomías como el nuestro.

En todos los casos, ya lo hemos visto, la cifra básica, estándar y cuantificable sobre la que se aplican todos los tributos sin excepción es el litro. Por eso siempre es necesario tener en cuenta el precio de los carburantes según esta medida básica.

impuestos carburantes

Acerca del precio de los carburantes

Hemos analizado los tres tipos básicos de tributos aplicados en el ámbito de los carburantes. Pero si queremos entender por qué en la actualidad sale más caro viajar y moverse en general, también es importante comprender el precio general de la gasolina y del gasoil y cómo se establece a nivel general.

Para empezar, hay que entender que la cifra resultante de dicho precio es multifactorial y no depende solo de una única cuestión. De manera esencial, estas son las variables que más influyen en la determinación del mismo:

  • Los tipos de mercado y su ubicación geográfica: Antes hemos mencionado que vivimos inmersos en una economía global, y así es, pero eso no elimina las diferencias estatales lógicas en cuanto a precios, incluyendo el carburante. Así, debemos entender que el coste básico varía según los regiones europeas, americanas, etc.
  • Las diferencias monetarias: Sobre todo, las diferencias entre el euro y el dólar, sin duda las más empleadas en el ámbito internacional al abarcar unidades territoriales amplias y con incidencias a escala mundial.

Conclusiones

Si podemos sacar algo en claro de esta radiografía somera de la situación tributaria actual de los carburantes en nuestro país, es que no es sencilla y, al mismo tiempo, fluctúa de manera evidente en el denominado mercado internacional, que no es sino un constructo abstracto influenciado por los mercados concretos de otros países y, dentro de España, de cada comunidad autónoma.

Por este motivo, y considerando la situación en un mundo globalizado multidireccional, sale más caro viajar y desplazarse en todos los sentidos.