Los créditos rápidos siguen consolidándose en este 2017 como una opción real para conseguir dinero de forma instantánea y sin apenas realizar trámites burocráticos. Sin embargo, hay quien todavía desconfía de este tipo de créditos por tramitarse íntegramente a través de Internet o por cobrar intereses excesivamente altos. Pero, ¿son quejas injustificadas o realmente se aprovechan de la situación de flaqueza económica de los clientes?
Hay un hecho que es objetivamente cierto: la crisis ha provocado un endurecimiento de las condiciones de los bancos para acceder a un crédito. Pues bien, hay quien vio en un problema, una oportunidad de negocio y un nuevo nicho de mercado que potenciar. Es en ese momento cuando proliferaron las entidades financieras de capital privado que ofrecían créditos rápidos sin apenas restricciones. Es decir, se crearon empresas que permitieron obtener dinero rápido a aquellas personas a las que los bancos tradicionales se lo habían negado por tratarse de una operación con cierto riesgo.
De este modo, tenemos dos opciones: creer que estas entidades únicamente se aprovechan de la situación de debilidad económica de las personas. O, visto desde otra perspectiva, creer que se trata de entidades que permiten el acceso al crédito a aquellas personas que, por un imprevisto o un gasto puntual, se han quedado sin liquidez y sin poder afrontar dicho gasto.
Entonces, ¿cobran intereses excesivamente altos? Lo cierto es que el nivel de morosidad en España es muy superior al del resto de Europa y ofrecer este tipo de productos a personas en situación de desempleo, o que figuran en una lista de morosos, conlleva un riesgo de morosidad muy alto, lo que podría justificar, en cierto modo, intereses más altos que los que ofrece un banco a una persona solvente.
En WannaCash.es recomendamos hacer un análisis exhaustivo de los préstamos que ofrecen estas entidades en España antes de solicitarlo, puesto que hay prestamistas que ofrecen créditos totalmente gratis y libres de comisión debido a la alta competencia que existe en este sector.
En definitiva, son créditos idóneos para momentos puntuales de falta de liquidez, pero no están hechos para ser utilizados de forma continua o como una forma de financiación de otros préstamos. Aun así, antes de contratar un minicrédito o un préstamo rápido online, infórmate de las condiciones y posibles penalizaciones, lee detenidamente el contrato y entiende las obligaciones que asumes al firmarlo. Y, por supuesto, asegúrate de que vas a poder devolverlo en el plazo establecido, puesto que los intereses por demora suele elevar de forma exponencial el coste final del crédito.