No podemos negar que, desde la aparición de internet, el universo de las compras ha experimentado una auténtica explosión. Ahora, no tenemos por qué conformarnos con acudir a tiendas físicas, sean especializadas o sean grandes superficies, para «ir de compras», sino que estamos literalmente a un clic de encontrar y entrar en una tienda en la que podemos adquirir exactamente lo que deseamos.
Esto se debe, en gran medida, a la total ausencia de barreras geográficas en las transacciones virtuales. Desde electrónica a juguetes, pasando por libros, ropa y complementos o utensilios para el hogar, todo está en la red. Por lo tanto, es lógico que a menudo lo pasemos un poco mal al no disponer de suficiente dinero y debamos de financiar algunas compras online.
Sin embargo, el medio digital también ha puesto la financiación online a nuestro alcance para allanarnos el camino. Así, para adquirir productos de gran cuantía, se hace una forma más fácil de poder acceder a estos.
Los créditos digitales y su funcionamiento
Es normal que sintamos cierto miedo al escuchar la palabra «crédito», pero eso se debe a que la asociamos a entidades financieras estrictas que hacen uso de infinitas cláusulas burocráticas, a menudo imposibles de entender.
Los créditos rápidos, sin embargo, reciben ese nombre porque son sencillos e inmediatos. Además, se trata de una medida flexible y especialmente práctica para financiar cualquier compra online.
¿En qué situaciones de compras online es útil prorrogar un préstamo rápido?
Lo cierto es que son tantas y tan variadas como personas hay, con sus preferencias, sus necesidades y sus intereses más inmediatos. En cualquier caso, todas ellas deben tener en cuenta los intereses, que se amplían siempre a la hora de aumentar el plazo, y los días iniciales que tenemos para devolver el crédito, que oscilan entre los 7, los 14, los 30 y los 90. En todo caso, siempre es recomendable, por si fuere necesario, conocer las bases de cualquier tipo de crédito, para el caso en que se tenga que solicitar una prórroga para pagar un préstamo rápido, la tarjeta o cualquier otro tipo de financiación.
Aunque no siempre es necesario financiar compras online, veamos algunas de las situaciones más comunes en las que sí puede darse el caso:
· Compra de mobiliario: Los muebles, bien lo sabemos, no son baratos, y con frecuencia nuestras necesidades organizativas y cotidianas nos imponen comprarnos un armario, un sofá, etc. A veces, solicitar un crédito rápido y aplazarlo es la mejor manera de adquirir este tipo de útiles del hogar.
· Adquisición de electrodomésticos: En general, es similar a la compra de muebles, pero más fundamental. Si se nos compra una lavadora y no tenemos fondos suficientes, necesitamos un crédito. Si la compra requiere un pago a plazos, alargar el propio plazo de devolución del préstamo puede ser vital.
· Compras navideñas: Sabemos que los gastos económicos en estas fechas son normalmente altos y difícilmente eludibles. Entre las cenas, los regalos para amigos y familiares y otro tipo de eventos, es posible que decidamos con criterio pedir un crédito rápido y, con ello poder así financiar compras online.
· Libros de texto y material escolar: Las familias con hijos pequeños y adolescentes bien lo saben: septiembre es el mes de invertir en libros y material de papelería a raudales. Solicitar un extra de dinero y ampliarlo a posteriori, a pesar de las ventajas y las ayudas públicas, no es extraño.
Prorrogar créditos rápidos: comprar en internet con seguridad.
Si hablamos de créditos online, en todo momento debemos seguir hablando también de compras online. Como ya hemos visto, el medio digital ha transformado nuestra manera de adquirir necesidades básicas y otras, tal vez, no tan básicas, pero fáciles de encontrar en la red. Pedir un crédito inmediato, y prorrogarlo, muchas veces es la única manera de financiar estas adquisiciones.