Cuando pensamos en nuestro futuro, una de las cuestiones que más nos preocupa es cómo asegurar nuestro bienestar económico cuando llegue el momento de dejar de trabajar. Aquí es donde pensamos en diferentes opciones de ahorro e inversión que nos servirán de sostén en esa etapa de nuestras vidas.
Las dos opciones más populares son el plan de jubilación y el plan de pensiones, ¿pero sabes en qué consiste cada uno y por qué son diferentes? Conoce cada uno para elegir la opción que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.
¿Qué son los planes de retiro?
Los planes de retiro son productos financieros que te permiten ahorrar e invertir parte de tus ingresos con el objetivo de obtener una renta o un capital cuando te jubiles. Estos planes se caracterizan por tener una fiscalidad diferida, es decir, que no pagas impuestos por las aportaciones que realizas, sino por las prestaciones que recibes al finalizar el plan.
Pueden ser individuales o colectivos. Los individuales son los que contratas por tu cuenta a una entidad financiera, mientras que los colectivos son aquellos que se establecen entre una empresa y sus trabajadores. Los más sencillos de adquirir y más beneficiosos suelen ser los colectivos debido a sus condiciones y comisiones porque sirven de atractivo para captar a sus trabajadores. Sin embargo, no todos pueden acceder a él porque no siempre estamos empleados en una empresa.
También vemos que los planes de retiro tienen diferentes modalidades según el tipo de inversión realizado:
- Garantizados. Aseguran un rendimiento mínimo.
- Mixtos. Combinan una renta fija y una variable.
- Dinámicos. Invierten principalmente en renta variable y asumen más riesgos.
Los planes de retiro individuales te dan la ventaja de poder elegir el tipo de modalidad que quieres, así que es un plan del que tendrás un mayor control.
¿Qué son los planes de pensiones?
Los planes de pensiones están sujetos a una normativa específica que regula sus características, requisitos y límites. Son sumamente parecidos a los planes de retiro, pero esta vez están más regulados. Esto podría ser más o menos beneficioso, según la perspectiva.
Los planes de pensiones también pueden ser individuales o colectivos, y tienen una fiscalidad diferida, así como también modalidad garantizada, mixta o dinámica. Pero en este punto acaban los puntos en común.
El límite de las aportaciones anuales de los planes de pensiones es de 2.000 euros para los individuales y 8.000 euros para los colectivos. Además, tienen una menor liquidez que los planes de retiro porque solo se pueden rescatar en casos muy específicos antes del momento de la jubilación. Es dinero que, en la mayoría de casos, no se puede mover hasta llegada la edad adecuada.
¿Cómo elegir entre un plan de retiro y un plan de pensiones?
Ambas opciones están pensadas específicamente para el momento de tu jubilación, aunque tienen estas diferencias que los hacen más o menos aptos para cada caso. Considera algunos de estos aspectos antes de tomar una decisión:
- Tu capacidad de ahorro. Será mucho mejor si eliges un plan de retiro o lo combinas con tu plan de pensiones si quieres que tus ahorros sean mayores que el límite establecido.
- Tu perfil de riesgo. Los planes dinámicos tienen una rentabilidad potencial mayor que los fijos y los mixtos, pero también un riesgo proporcionalmente más alto. Elige qué tanto quieres arriesgar para tu futuro.
- Tu horizonte temporal. Los planes en renta variable son más viables si te queda mucho tiempo para jubilarte porque es mayor el margen para recuperar las posibles pérdidas. El plan fijo es más sensato si te queda poco tiempo y quieres garantizar tu estabilidad.
En cualquier caso, lo más recomendable es que consultes con un asesor financiero que te ayude a elegir el plan que mejor se adapte a tu caso. Así podrás planificar tu jubilación con tranquilidad y seguridad.