La primera decisión cuando se quiere comprar una vivienda es elegir el tipo de préstamo hipotecario. El tipo de interés fijo o variable aplicado a los préstamos hipotecarios ronda el 1,56% de la TAE, aunque se desconoce cómo será la evolución de las hipotecas variables en el futuro.
Las hipotecas pueden ser fijas o variables, considerando que con los años el euríbor podría adoptar diversos valores: al 0%, al 1%, al 2%, al 3%… Por ello se recomienda analizar cuál es el tipo de hipoteca más adecuada, de acuerdo a las necesidades financieras.
¿Qué es el tipo de interés de una hipoteca?
El tipo de interés de un préstamo hipotecario es la cantidad de dinero adicional (intereses) que debe devolverse al banco junto al capital prestado. Son intereses que pueden ser fijos y pagar la misma cantidad por años, o variables que cambian con el paso del tiempo. Esa es la principal diferencia entre una hipoteca a tipo fijo y variable.
El capital a devolver se calcula en cuotas (hipoteca fija) o anuales (hipoteca variable). Lo habitual en España son las cuotas, ya que se mantiene la tasa de interés fija durante toda la deuda del capital. Pero la elección de un tipo de préstamo u otro depende los intereses totales, que al fin y al cabo son los que permitirán tener un ahorro o no a largo plazo.
¿Qué es una hipoteca de tipo variable?
La hipoteca de tipo variable es el préstamo con intereses que cambian a lo largo del tiempo. Cada seis a doce meses se revisa la deuda para fijar una cuota durante un tiempo. Luego de ese período se actualizan de nuevo los intereses, y así en lo sucesivo.
Se calcula el interés variable con el índice de referencia para el diferencial del préstamo. El índice más utilizado es el Euríbor hipotecario, que cambia de forma constante.
¿Es más conveniente una hipoteca variable?
Este tipo de hipoteca tiene una cuota inicial más asequible que las hipotecas con interés fijo durante los primeros años. Algunas personas eligen la hipoteca de tipo de interés variable porque son más fáciles de pagar en el corto plazo.
Los años de la hipoteca son más largos. Se puede alargar el tipo de pago superando los 35 años con comisiones menores. Las hipotecas fijan llegan entre los 15 y 30 años. Por eso es más conveniente para aquellos que prefieran pagar durante unos pocos años más, pero con menos intereses mensuales.
¿Qué es una hipoteca de tipo fijo?
La hipoteca de tipo de interés fijo es un préstamo que se paga con intereses fijos, es decir, que no cambian con el tiempo. Desde el primer momento se conoce la cantidad total de los pagos por cuotas. Con esta hipoteca se puede mantener una cierta estabilidad financiera con los pagos mes a mes.
Cuando las personas saben cuántos intereses van a pagar, podrán planificar mejor su futuro, ahorrar dinero o invertir en nuevos bienes. Sin duda, son más estables que las de tipo variable.
¿Cuál es la razón para elegir una hipoteca fija?
La razón para elegir una hipoteca fija es que a largo plazo las cuotas son menos costosas. Tal vez en un principio los ingresos queden justos para pagar la hipoteca, pero con el paso de los años será más asequible. Aunque, el plazo de la hipoteca también es menor, entre 15 a 25 años generalmente, extendiéndose a los 30 años en algunos casos.
Adicionalmente, la hipoteca fija tiene intereses inferiores al 3%, que se alcanzan con facilidad en menos de 30 años.
¿Qué opción prefieren los españoles?
Los españoles deben evaluar en una balanza si les conviene más una hipoteca fija o variable. El euríbor cotiza en positivo con previsiones de una subida en julio, mientras que los bancos están encareciendo las hipotecas a tipo fijo.
El dilema está en pagar menos a corto plazo y arriesgarse a que el euríbor siga subiendo, o pagar más durante los primeros años con un interés fijo. Solo hay que considerar que apenas el 27,3% de los clientes se decanta por intereses variables y el 72,7% firmaron hipotecas de tipo fijo.