Por definición, ser autónomo en España no es sencillo. Y es que a la precariedad laboral y económica que viven los españoles, hay que sumarle las trabas a modo de impuestos que desde el gobierno llevan promoviendo durante los últimos años. Pero, además de esta situación ¿qué le quita el sueño al autónomo de nuestro país?
Según los datos que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística, el número de autónomos aumentó en 15.700 personas durante el segundo trimestre de 2016, llegando a 1.974.881 de trabajadores autónomos en España. Sin embargo, estos siguen teniendo los mismos quebraderos de cabeza y problemas que afrontar:
Morosidad. El impago de facturas sigue siendo uno de los principales problemas para los autónomos. De hecho, está detrás del cierre de muchas de estas empresas, al no poder equilibrar las cuentas y afrontar los gastos que el negocio requiere.
Financiación. La búsqueda de financiación es habitual sobre todo durante los primeros meses de la empresa, algo completamente normal ya que es necesario afrontar los gastos que requiere la iniciación de la actividad empresarial. Sin embargo, los requisitos exigidos por los bancos son, en muchas ocasiones, imposibles de cumplir por la mayoría de los autónomos. Por este motivo, actualmente están utilizando una nueva vía de financiación alternativa: los minicréditos online. Es decir, préstamos de una cuantía menor, pero mucho más fáciles y rápidos de tramitar.
Conciliación laboral y familiar. Si bien es cierto que crear tu propia empresa y trabajar por cuenta propia trae consigo ciertas ventajas, no deja de ser una realidad una cosa: las horas dedicadas al negocio y la responsabilidad también aumentan. Y muchas veces conciliar el trabajo y la vida familiar se convierte en una ardua tarea.
Nuevas tecnologías. Vivimos en un mundo tecnológico en constante movimiento y desarrollo, y la innovación pasa a ser uno de los puntos esenciales a la hora de sacar mayor rentabilidad a tu negocio. Sin embargo, en ocasiones resulta complicado ajustar las cuentas e invertir en I+D por su elevado coste, aunque siempre es recomendable puesto que te permite diferenciarte de la competencia y, seguramente, ampliar tu margen de beneficios.